
Por una razón o por otras, en realidad no importa cuáles, muchas especies ya han desaparecido de la faz de la tierra y nadie hoy podrá ver ya más un ejemplar vivo. Uno se pregunta ahora hasta qué punto el hombre tuvo derecho moral a destruir todo esto. Y no sólo por lo que eso es, por lo que representa de larga evolución. Citaré algunos casos, los más trágicos. Particularmente dramático ha llegado a ser el exterminio de la paloma migratoria en Norteamérica o pichón viajero. Se cita esta especie en particular porque es uno de los ejemplos más lamentables y absurdos que se conocen. La paloma migratoria fue el ave más abundante de La Tierra: hasta principios del siglo XIX estas aves formaban enormes bandadas que migraban de Canadá hasta el Golfo de México, oscureciendo el cielo a su paso. En 1810 un estudioso calculó que su número alcanzaba la asombrosa cifra de 2000 millones. Pero tanta habilidad demostró el hombre “civilizado” en esta tarea destructora que ya en 1880 solo quedaban muy pocos ejemplares vivos. Los cazadores las habían reducido hasta su total extinción utilizándose para ello las más diversas formas de matanza: armas de fuego, garrotes, redes y hasta haciendo uso de incendios y dinamitas. Lamentablemente en 1900 fue abatida la última paloma libre y en 1914 la última en cautividad en el Jardín Zoológico de Cincinatti.
Puedes leer:
http://www.maa.gba.gov.ar/pesca/monconserv.php
http://www.fisicanet.com.ar/monografias/monograficos2/es16_hombre_y_contaminacion.php
http://www.espacioblog.com/geotecnologia/categoria/problema-del-hambre
http://ideas.bligoo.com/content/view/99484/A_CRIAR_CABALLOS_Y_BURROS.html
1 comentario:
Hola profe
pase a ver su pagina
me parese muy buena la informacion teniendo en cuenta que no muchas paginas de internet tienen tanta informacion me parese muy buena la pagina.
Le dejo mi e-mail personal por cualquier eventualidad
fernandoarias64@yahoo.com
nos estaremos viendo muy pronto
Fernando Arias.
Publicar un comentario